#EMI2024
Retratos EMI 2024: Fernanda Madrigal
Entrevistamos a Fernanda Madrigal, creadora en Ella Me Inspira y quien por primera vez colabora con una ilustración en los Retratos EMI 2024, saber que el EMI fue el espacio para explorar dicho arte, nos emociona. ¡Aprendamos de sus pensamientos y la relación con su arte!
MARÍA IZQUIERDO
por Fernanda Madrigal
Quise hacer un retrato de Maria Izquierdo porque es una de las muchas artistas mexicanas que han sido desplazadas e invisibilizadas por el pensamiento androcéntrico en el arte. Al conocer sus pinturas, su contexto histórico y datos sobre su vida, me sentí triste porque como muchas otras mujeres del arte, tuvo que experimentar el menosprecio de su talento.
Sin embargo, también me siento muy afortunada porque su obra ha permanecido en la memoria y se encuentra al alcance de todas y, aunque en su momento no se le dio el reconocimiento que merecía, en el presente podemos hacer todo lo posible porque su legado nunca muera.
Retrato a María Izquierdo
Por: Fernanda Madrigal
“Reconocer a las mujeres que nos inspiran crea memoria de su existencia en este mundo y de la sabiduría que nos dejan”.
EMI: ¿Cuál es tu percepción acerca de las artes y en especial sobre el área del dibujo? ¿Qué opinas sobre ello?
Fernanda: Primero, muchas gracias por brindarme este espacio. Yo estoy muy contenta de colaborar por primera vez en los retratos EMI, porque se me hace una iniciativa súper bonita para poder visibilizar a las mujeres que nos inspiran tanto personal como profesionalmente.
Hablando del dibujo, si bien es una herramienta que desde pequeñitas nos enseñan a explorar, siento que yo no estoy tan conectada con esa parte porque conforme vamos creciendo nos van enseñando a que las cosas tienen que ser perfectas y si no lo son, no entran en esta categoría de arte.
La educación que traemos la gran mayoría de las mujeres es de menospreciar nuestras ideas y menospreciar nuestras creaciones. Creo que dibujar es una manera de explorar nuestras emociones, nuestro discurso y lo que nos atraviesa, que tiene que ver con nuestras experiencias soltando todas esas expectativas.
EMI: Continuando esta línea sobre el arte, dinos, ¿Este es parte de tu vida cotidiana y si y sí es así, de qué manera?
Fernanda: Sí, el arte es parte de mi vida cotidiana. Si esta pregunta me la hubieras hecho hace cuatro años, yo te hubiera dicho un rotundo no. Sin embargo, en este proceso de recuperación de mi esencia ha existido un resignificado de la palabra arte. Me doy cuenta de que el arte está en todos lados y que el arte, no nada más es esa cosa académica que nos dijeron que era cosa de las élites, y grandes pintores, escritores y maestros.
Creo que el arte forma parte de mi vida cotidiana en pequeñas cositas, como, por ejemplo: Despertarme temprano para ver el Sol salir, estar un ratito conectada con los sonidos de las aves, a través de ejercicios de escritura introspectiva, en donde, a veces hablo de mis preocupaciones… ¡Hay momentos como de iluminación en donde vuelvo a leer y es como Guau! Que bonito, ¿no? O sea, como que me conecto con esa energía creativa que me hace expresarme de una manera hasta poética.
El arte también es parte de mi vida cotidiana, porque como historiadora, a mí me gusta muchísimo, enterarme y visibilizar todas esas pequeñas cositas, vestigios que hablan de la condición humana en el pasado. Sobre todo de mujeres y lo que han hecho a través de los años porque eso también me conecta con su subjetividad y hace que yo me relacione con ellas desde otro lugar, que no es únicamente la admiración del que ellas hayan exigido, sino también el poder decir: Ah, hermana, yo también siento lo que tú sentiste.
Por ejemplo, al observar una pintura me siento identificada, en hacer este ejercicio de identificación y decir es que esa pintura o esa ilustración también habla de mi vida, a pesar de que no está basada en mi vida.
En este día, en este año 2024, puedo decir que el arte me atraviesa en todos sentidos, en todos momentos, y que no nada más he aprendido a nombrarme artista, sino también he aprendido a valorar ese sentido artístico que toda la humanidad tiene en sí misma, ¿no? Ya que todo es arte, básicamente.
EMI: Gracias por platicarnos más de ella. Ahora Fer queremos saber tu opinión: ¿Las mujeres tienen los mismos espacios de crecimiento y desarrollo que los hombres en la cultura en general o crees que hay realmente una diferencia o alguna brecha?
Fernanda: Definitivamente, si hay una brecha, una brecha histórica y en lo contemporáneo. Yo logro identificarla a pesar de que vivimos en un mundo aparentemente igualitario; más creo que una de las brechas que nos impide a las mujeres desarrollarse artísticamente desde tiempos inmemorables es la desconfianza en nosotras mismas, este sentimiento de no ser suficientes. El no querer mostrarnos como tal al mundo por miedo a ser juzgadas, por miedo a ser intensas, por miedo a no gustar, por miedo a que te digan que lo que estás haciendo está mal hecho o que lo que estás hablando o lo que estás expresando sea menospreciado.
Y se ha menospreciado muchísimo nuestro talento, incluso hablando de artistas ya más consolidadas. Esa fue una de las razones por las cuales en mi retrato quise hacer a María Izquierdo, porque a pesar de que ella se sobrepuso a un montón de obstáculos sociales en su época, se desarrolló como artista. Para ejemplificar: era una mujer divorciada que empezó a estudiar arte y cuando se buscan espacios de exposición, como de exhibición de arte, se les cierra el mundo porque socialmente de lo que hablan los hombres no es de los sentimientos o como de la experiencia personal.
Hablando de María Izquierdo en concreto, ella como muralista y pintora, siempre hablaba de la condición femenina. Para ese entonces, era como “no queremos que nos hables de tu condición de mujer, queremos que nos hables de la nación y de los hombres trabajadores que forjaron la patria”. Y aunque creo que actualmente sí hay más espacios, incluso hay colectivos dedicados a visibilizar el arte en las mujeres, una de las cosas que nos siguen cerrando estas puertas es esa desconfianza en nosotras mismas, ese llamado síndrome de Impostora y el segundo es la cultura del pensar que de lo que hablan las mujeres no es importante.
También, este androcentrismo cultural que se ha venido gestando desde hace muchísimo tiempo en donde existe una sociedad en la que se le da más valor a lo que el hombre aporta por el hecho de ser hombres y que las mujeres siempre estamos sujetas a críticas que tienen que ver con nuestro cuerpo, con nuestra condición social. Sin embargo existe ese rayito de luz en el camino en el que las mujeres, trabajan en colectivo para visibilizar todas esas experiencias que son personales y que son experiencias muy subjetivas, pero que al mismo tiempo al compartirlas, podemos darnos cuenta de que es una experiencia colectiva.
EMI: ¡Ay!, me encanta esta perspectiva que tienes tan amplia y esta visión de ver la misma cotidianidad como arte, ¿no? Ya lo decías en cosas súper sencillas y desde el observar, escuchar, admirar lo que nos rodea, no sólo a nosotros, sino en la sociedad en general, desde diferentes puntos y no quedarnos como con lo grandioso, o exótico, como la identidad del arte. Quisiéramos saber, ¿Quién es tu artista favorita?
Fernanda: ¡Uy! qué difícil. Con este ejercicio, como reconocimiento de que todo es arte y que en teoría, pues todas y todxs tenemos un artista dentro, me es un poco difícil hablar de alguien… uno solo que sea mi favorito.
Un artista con el que yo me identifico muchísimo y que es mi contemporánea, y he llegado a conectar con ella de manera personal, Es un artista que se llama COSMIC Art. Ella es canadiense, que de hecho ya le dediqué un video en el proyecto (EMI) porque habla de la unión entre la conciencia universal y la conciencia cósmica; este sentido de pertenencia al planeta Tierra y al universo mezclado con esta contemplación y la admiración con la naturaleza.
La considero de mis favoritas porque ella se vulnera muchísimo a través de sus redes sociales y de repente habla de lo duro que es el proceso de creación artística, lo duro que puede llegar a ser confiar en tus procesos, confiar en que lo que tú estás haciendo está bien y de que le guste a la gente.
EMI: A veces es muy sencillo generalizar las oportunidades, tipo ahí están y decir que no se buscan, pero hay tantas cosas que ejercen de alguna manera ya sea directa o indirectamente, en el desarrollo y el crecimiento de las artistas, que pareciera que no importan y pasan desapercibido, pero no es así.
Me encanta que nos trajiste un poquito al retrato de esta edición, queremos saber ¿Qué tal estuvo eso? ¿La pasaste bien? ¿Te frustraste? ¿Estuviste emocionada?
Fernanda:
Fue una experiencia muy bonita. Quise ser fiel a mi trazo, ser consciente de que la vida no es perfecta y que mi dibujo tampoco tenía que serlo, que más bien el peso tenía que caer sobre la intención y sobre esas ganas. Y la ilusión de poder ilustrar a una mujer que me inspira y que, sobre todo, es un súper referente artístico en México.
Mientras lo estaba haciendo había cosas que no me gustaban del todo, cómo que estaban saliendo mal, pero yo decía, no importa, no importa esto es parte de mi objetividad. Traté de soltar esa parte porque decía: es que esto es lo que soy. No tengo todo el conocimiento técnico que otras personas, otras mujeres sí tienen, pero el que yo no sepa, por ejemplo, hacer una mano tiene que ver con mi historia y soltar esa expectativa es también como honrar ese proceso personal.
Una cosa que disfruté muchísimo fue poner elementos del feminismo en sus accesorios, porque si bien ella a lo mejor no se nombraba como tal feminista tenía muchas, muchas ideas que tenían que ver como con esta lucha en contra de la opresión y la invisibilizarían de las mujeres en en su tiempo. Yo le puse un collar y aretes con el símbolo de Venus, porque pensé que si esos aretes hubieran existido, seguramente se los hubiera puesto.
Otra cosa que también me gustó mucho de este proceso y que me hizo justo como identificarme con ella, fue que en una de sus obras tiene un retrato y al lado de ella aparece… No estoy segura si ella lo plasmó como si fuera un perro o un coyote o un zorro, pero es como un animal de la familia de los cánidos. Y es uno de mis animales favoritos que habla de conectar con este animal espiritual, con el que yo me identifico muchísimo y que tiene que ver como con la inteligencia, con la audacia, con la confianza, como con este instinto que nos dicen que tienen los zorros, esta chispa.
Detrás de de ella puse un elemento que a mí me pareció súper importante, porque tiene que ver cómo con esta lucha muy personal que ella llevó, que fue uno de varias mujeres trabajando el maíz, esos elementos los iba a plasmar en uno de los murales que le encargaron y que Diego Rivera, junto con otros señores artistas del momento boicotearon y ella ya no lo pudo hacer. A ella se le quedó en boceto que ya después, y que también lo plasmé en uno de los videitos en el proyecto, lo hicieron mural; incluso le nombraron El mural que debió ser.
Quedé súper contenta justo porque hice esta combinación de elementos que si ella lo viera, diría: ¡así soy, me encanta!
EMI: Amo que le des este valor tan hermoso y que tengas esta capacidad y mentalidad de aceptar y amar lo que creamos, porque realmente se nota el amor y la dedicación. Ahora puedes platicarnos sobre tu proceso.
Fernanda: Yo creo que lo definiría como caótico y cero lineal. En este proceso de nombrarme artista sin miedo ha sido un proceso encaminado más al autoconocimiento y al reconocimiento de mi historia, de mi proceso de sanación y de mi proceso de recuperación y reconexión con mi esencia.
Ha sido de a poco reconocerme dentro de mi propio arte, reconocer de lo que estoy hablando; sea lo que sea, es valioso por el hecho de que habla de mi propia experiencia. También con valorar la belleza de mi historia y de mi proceso y si no me gusta, tiene que ver con esta parte social de la no aceptación de tu propio de tus propias creaciones.
Ese sentimiento me hace reforzar todavía más la idea de que mi arte es importante porque este tipo de procesos han sido invisibilizados en las mujeres durante mucho tiempo y el que yo tenga oportunidad de poder expresarme a través de un poema, una pintura o algo, ya es una ganancia.
EMI: Para despedirnos nos gustaría que nos compartieras un mensaje para transmitirle a la Comunidad EMI e incentivar el arte.
Fernanda: Mi mensaje más importante es que nos deshagamos del miedo, de la inseguridad y de ese juicio que nos impide mostrarle al mundo quiénes somos y qué hemos vivido a través de la creación.
Hay que colectivizar nuestras experiencias porque nos enseña que no estamos solas en el proceso y que a través del arte, de un dibujo o de un poema, puedes llegar a hablar de tu experiencia, hablar de lo que te duele o hablar de lo que te hace feliz y puede ser una experiencia súper personal. Al mostrarlo al mundo, con otras mujeres y otras personas, pueden identificarse con lo que tú estás expresando y puedes llegar a darte cuenta de que existen procesos simultáneos y que a lo mejor eso que te dijeron solamente tú estás pasando no es así. Es realmente entender que muchas podemos estar pasando por algo similar y muchas pueden identificarse con ello.
También esa idea estética de que el arte tiene que ser súper técnico, que tiene que estar pulcro, que no debe tener errores. El arte puede ser feo y a lo mejor eso que tú llamas feo para otra persona puede ser la cosa más increíble. Todos esos pensamientos van a hablar más de la historia de esa otra persona que de la propia.