#EMI2024
ASTROEMIS: la herida escondida del/la niñx interior
¡Hola, EMI! Bienvenida una vez más a tu sección esotérica de confianza, las ASTROEMIS. Hoy, en el cobijo de la temporada leonina, hablaremos de la importancia de concientizar heridas de nuestrx niñx interior. Seguramente te has topado con publicidad, vídeos, podcasts hasta talleres que hablan de la importancia de sanar a nuestrx yx pequeñx y quizás no encuentres la conexión de Leo aquí, pero dale una chance; lee con el corazón abierto.
Este tema se ha vuelto muy sonado en los últimos años y es por la importancia que ha tenido la terapia psicológica y el responsabilizarnos de nosotros mismos en nuestro tiempo. Es de suma importancia concientizar las carencias y dolencias que nos atravesaron desde la infancia, puesto que ellas son un reflejo de nuestro presente en más de una área; por ejemplo, en el cómo nos relacionamos con los demás, la falta de autocuidado, el trabajo que desempeñamos, etc.
Sanar a tu niñx interior no es más que descubrir, concientizar y trabajar con responsabilidad personal dichas heridas para mejorar la relación con unx mismx y con los demás. Y esto es sensacional de trabajar en la temporada leonina porque Leo, nuestro segundo signo de fuego, es el encargado de la expresión del nuestrx niñx interior, el movimiento, la espontaneidad y la conexión con la pureza del ser.
Pero… ¿Cómo empezar a sanar a tu niñx interior?
SINTIENDO
Parece muy obvio, ¿verdad? Pero no lo es. Sentir, para la mayoría de las personas, implica reto, incomodidad, juzgamiento, e incluso debilidad. Sentir es una forma de vernos vulnerables ante las situaciones que nos aquejan y que nos limitan a ser nosotrxs mismxs. Hemos adaptado dichas palabras como una especie de armadura para evitar entendernos y eso es impactante, porque poco a poco nos vamos insensibilizando para no alterar y/incomodar a los demás y menos nos permitimos a ser quien somos. En pocas palabras, dejamos de ponernos como prioridad.
¡Pero no todo está perdido!
Para que sepas reconocer lo que te está pasando y trabajarlo en conciencia, te brindo una serie de pasos para entender lo que te ocurre. Eso sí, no sólo te quedes con esta información, pues es recomendable que lo lleves de la mano con terapeuta y darle seguimiento a tu propio proceso.
1.- Estímulos, sensaciones, no entiendo… ¿qué me pasa?
Como cualquier cosa, el primer paso es el más difícil porque no tenemos noción del camino para sanar. Para identificar lo que te ocurre es importante prestar atención al lenguaje de tu cuerpo; es decir, las sensaciones, los cambios de ritmo cardiaco, cómo tu cuerpo se expresa ante alguna situación que te haga sentirte desprotegidx, en riesgo, ansiosx, etc.
Una vez que lo identificaste, escríbelo.
Es importante que tengas un registro sobre lo qué sientes y cuándo lo sientes.
2.- Identificación: ponerle nombre
Una vez que describiste las sensaciones en tu cuerpo, responde las siguientes preguntas: Estas sensaciones, ¿A qué me recuerdan? ¿Qué palabras vienen de la mano? ¿Hay un evento traumático en mi vida que lo dispara? ¿Puedo recordar dicho evento? ¿ Esto lo he vivido repetidas ocasiones? ¿A qué personas involucran? ¿Cómo me siento con dichas personas?
Esto te ayudará a clasificar con precisión que se está moviendo en tu cuerpo; por ejemplo, una alerta de abuso, una herida de injusticia, etc.
Te dejamos una breve guía para identificar con mayor precisión la herida. Para identificarla correctamente, lee las siguientes oraciones y si has dicho algo similar y/o alguna de ellas te provoca alguna sensación en el cuerpo, considérala parte de tu proceso.
- “quiero salir de aquí, no me siento segura” – herida de rechazo
- “sino tengo el control todo se desmorona” – herida de traición
- “si las cosas no salen como quiero, no saldrán” – herida de injusticia
- “me da miedo la soledad / no puedo estar sola” – herida de abandono
- “debo ser como me piden ser, sino me quedaré sola” – herida de humillación
3.- tu proceso, a tu ritmo
Ya que pudiste atar los cabos entre las sensaciones y los recuerdos,¿qué sigue? Comprometerte con tu proceso de sanación. Esto quiere decir que con un especialista (psicólogx o terapeuta) des inicio a trabajar con profundidad dichas heridas descubiertas.
Te recomiendo complementar el proceso con terapeuta realizar actividades que te alegren y que te recuerden a tu niñez, como dibujar, pintar, explorar la naturaleza, escalar árboles, bailar, tomar clases de canto, etc. Eso ayudará a que la sanación sea menos dolorosa.
IMPORTANTE: Este proceso es para ayudarte a dar los primeros pasos para reconocer a tu niñx interior perdido en ti mismx, para darle un lugar en tu día a día y cuidarle como necesitaba ser cuidadx.
Tu pasado y tu presente pueden convivir siempre que estés dispuestx a responsabilizarte de lo que está en tus manos para tu bien personal. Este proceso será doloroso, lento, incluso se puede estancar, incluso culpar a las personas que te causaron esa incomodidad y/o herida, pero una vez que inicies ten presente que el proceso de sanar es una decisión consciente que estás tomando para mejorar tu relación contigo, dejar de sostener o que te aqueja y mantener relaciones más sanas con los demás.
Una vez que inicies no te detengas porque solo tú podrás darte lo que siempre has necesitado: ser sostenidx con tu lenguaje del amor.
Y como regalo adicional, te comparto dos de mis entradas favoritas de mi podcast favorito: El camino es hacia adentro:
En los próximos días abriremos un taller de escritura introspectiva enfocado en heridas de niñx interior que tengas presente. Mantente atentx a las publicaciones en Instagram y gracias por seguir compartiendo con nosotras. Que este sea el inicio de tu perdón contigo mismx. 🫂💚