“Los retratos cuentan historias, del que es retratado y el que lo pinta. Se convierte en un diálogo.

Paula Bonet es una artista y escritora española. Su trabajo me atrapó cuando descubrí las ilustraciones de su libro The end en el 2014. Sus expresivas, melancólicas y bellas ilustraciones combinadas con texto conectó conmigo en lo más profundo por lo que yo estaba viviendo en ese momento de mi vida.

Ella me inspiró profundamente por su manera de hablar a través de las imágenes, combinándolo con las letras. Me parece una mujer valiente al hablar de temas fuertes y personales por los que ella y otras mujeres pasan. Me llenó de fuerza para hablar de las violencias que viví y pude con eso crear una serie de obras que son retratos y autorretratos. Todas estas obras las expuse en el Museo Polyforum (rectoría de la UACH) el año pasado.  Con eso me conecté con otras mujeres que se abrieron en contarme sus experiencias dolorosas.

Con el paso del tiempo y al tiempo que continué con mi carrera, vi su evolución como artista y escritora, comenzando hablar en voz más alta sobre temas fuertes que son difíciles de abordar, y ella lo hace de una manera cruda, poética y honesta. Conectando con otras mujeres al pintar y escribir sobre las pérdidas gestacionales, los duelos, las violencias de una manera autobiográfica y a la vez con ficción. En este punto leer su libro De la anguila, que habla sobre las violencias, me dio la valentía de hablar de las que yo había vivido y las que viví recientemente. Pinté una serie de ilustraciones que pude exponer en un museo de mi ciudad, en las que pintó y expresó crudamente las violencias psicológicas y físicas, ese dolor que a veces no se ve pero se vive. Por eso la admiro tanto y es un referente muy importante para mí.

Es una mujer valiente, que sabe expresar y conectar genuinamente con su arte, con las demás personas, sobre todo mujeres“.