#EMI2024
Retratos EMI2024: Sofía García
Tenemos el placer de charlar con Sofía García, (artsophiaga) reciente miembro del equipo de ilustradoras Ella Me Inspira, siendo también partícipe de nuestra colección de retratos EMI2024 ¿Recuerdas su obra dedicada a Sandra (melocotonki)? Estamos emocionadas, felices e intrigadas por compartirles más de ella.
Sandra (melocotonki)
por Sofía García
Retrato a Sandra
Por: Sofía García (art
Los retratos EMI es de mis partes favoritas del proyecto, participe hace 2 ediciones pasadas y creo que tanto yo como mi gráfica y todo lo que moldea para ser “artista” y lo que quiero lograr ha cambiado, así que quiero mostrar quién ha sido una las personas que más me ha influido estos últimos años para no abandonar este sueño: vivir del arte💖
EMI: ¡Estamos deseosas de saber de ti! Cuéntanos sobre ti, tu historia y como te construiste como artista.
SOFÍA: Gracias por abrirme este espacio para darme voz en este bonito proyecto que es el EMI, que admiro mucho.
Contestando a tu pregunta, creo que hay veces en que tu camino está ahí, llamándote, aunque tú te muevas. Cuando era niña siempre escuchaba la pregunta de qué te gustaría ser de grande, y cuando se es pequeña se tiene ambiciones. Yo respondía: quiero ser veterinaria, pintora, pianista, maestra y muchas cosas, en ese punto lo ves muy posible. Con el que más me quedé fue el de ser maestra a pesar de que tuve un contacto con la pintura desde muy pequeña, gracias a mi papá. Y los caminos cambian. En un punto de la vida te piden estudiar algo profesionalmente y ahí sentí una aceleración, por cambiar esa idea que prácticamente mantuve por 15 años.
Decidí irme por las artes más no pude entrar y pasé con algo similar: Diseño. Gracias a esa carrera me tuve que mudar de estado y ello cambió mucho mi forma de pensar; me bajó el ego, porque estando en prepa, secundaria, incluso primaria, puedes ver que hay entre dos, a lo mucho tres, personitas que dicen a ella, él es el artista, ¿no? Y encontrarte en un mundo lleno de artistas, wow, fue un golpe en el que dije no soy la mejor.
Me di cuenta que no solo es cuestión de la habilidad o del talento. Me di cuenta que tenía que aprender más, que todavía faltaba bastante. Todavía me considero como una artista bebé, por así decirlo, que va empezando y es curioso porque ahora soy maestra de dibujo y de pintura. Enseño a niños, enseño a todas las edades.
EMI: ¿Crees que es importante idealizar o romantizar el ambiente creativo de un artista? Como lo estereotipado, lo perfectamente caótico, lo muy pinterest… ¿Así es como es un artista?
SOFÍA: No creo que sea importante y no creo que deberíamos poner tan alto la estética del entorno. Muchas veces digo: yo soy desorganizada en mi orden o ordenada en mi desorganización. Siento que si tú le das mucho peso a que todo se tiene que ver bonito, siempre vas a buscar más. O sea, no vas a estar contento de que es bonito porque siempre buscarás que todo esté perfecto. Creo que está bien trabajar en un espacio lindo si eso te hace bien, pero creo que no es correcto que una persona que está viendo que cierto artista tiene revistas con tantas pinturas, de ciertas formas, tantas marcas, que todo se ve bonito y que tú necesitas eso para que tu arte valga.
Y eso también pasa con las redes sociales y su algoritmo, porque los reels estéticamente bonitos tienden a tener más visualización, también no podemos quitar la parte de que, o sea, sí hay personas que consumen más esa parte que la otra, y si te atrapa más que el proceso de ver cómo hacen las cosas, pues excelente.
EMI: A veces nos agobiamos por los materiales, por el espacio, por luces bonitas o por ponernos las mismas condiciones que a quien admiramos.
SOFÍA: Sí y creo que ahí es cuando vas matando tu creatividad porque estás esperando hasta tener algo en vez de decir ¿cómo lo puedo resolver? O sea, no tengo esta parte que tiene mi artista favorito, digamos un escritorio súper grandote, ¿no? Pero tengo el mío, entonces, ¿Cómo puedo solucionar para que se vea tan agradable, empezar con lo que tengo. Y sí funciona. Y de hecho eso te hace más creativo porque al final estás buscando soluciones.
EMI: ¿Cómo describes tu estilo artístico?
SOFÍA: Tengo muchas controversias yo solita en mi cabeza, fíjate. Porque yo me acuerdo, cuando iba a la primaria había leído un texto que decía que existían dos tipos de artistas. Los artistas que podían sacar todo de su mente, en mundos que solo existen en su mente. Y los artistas que son capaces de replicar lo que ya han visto. Y yo decía, ¡ay, yo soy la segunda! “Yo puedo dibujar las flores que me pongas enfrente y yo súper chingona, ¿no?” Y por mucho tiempo fue como mi pensamiento, yo estaba bien con eso. Después encuentras a personas que dices, ¿de dónde sacan tantas ideas?, y dices, ¡wey, cómo le haces! Entonces, ahí empecé a sentir un poco de inseguridad. Porque yo dije, “O sea, que no está chido lo que estoy haciendo, ¿o qué?” Entonces me empecé a frustrar con esa idea. Después me reconcilié haciendo referencias tratando de hacerlas a mi estilo. Quería ver qué soy capaz de hacer a mano suelta.
Desde ese punto yo he escuchado a personas decir “es muy adorable, muy cute, muy lindo, muy bonito”. Y siento que eso es muy general. Pero también me han dicho que les ha transmitido como cierta paz. A mí me gusta mucho meter cosas de naturaleza, muy campiranas. Me gusta ese estilo. No sé si lo cumplo al cien por ciento pero podría decir que ese es mi estilo, mi gráfica, tiene un toque mágico. También estoy haciendo las paces con eso de no tener un solo estilo, sino darme la oportunidad de explorar todo. Porque me da curiosidad para ver qué puedo hacer.
EMI: Retomando lo que nos comentabas al inicio, ¿Cómo es ser maestra de dibujo? ¿Cómo lograste unir estas pasiones?
SOFÍA: Fue un reto porque pensar en ser maestra, a pesar de que yo lo quería antes, era como de apenas me puedo poner enfrente de mi salón y hablar. Lo que sí noté en mi vida académica es que se me facilita entender las cosas y cuando algún compañero no, y yo le explicaba, buscaba una forma más fácil. O sea, al final era lo mismo que dijo el profesor, pero pues yo se lo resumía.
Un amigo, que es dueño de una de las academias en las que trabajo, me dijo, oye, yo quisiera que en algún punto tú dieras clases en mi academia. Que alguien ya me considerara para eso era como de “no manches, ¿qué estás viendo en mí?” Después, a través de amistades y el destino, llegué a otra academia, que se llama Develope.
Vi su salón de dibujo y pintura, dije, ay! Me gustaría dar clases aquí. Pero ni siquiera lo dije en voz alta, no se lo mencioné a nadie, o sea, me lo quedé para mí. Y en algún punto, la directora de esta academia, me dijo: Estamos buscando un profesor para empezar una clase de dibujo y pintura. Yo acepté y fue demasiada felicidad.
Tambíen fue demasiado nerviosismo porque me dije “ay, ¿cómo lo voy a hacer? ¿Cómo me voy a parar enfrente de niños? ¿cómo le hago para enseñar lo que yo sé hacer”? Entonces empecé a investigar bastante. En YouTube me ponía a ver cómo daban clase y cómo yo podía dar una clase, fue buscar dinámicas, cosas un poquito más teóricas, prácticas. Algo que me gusta y que yo repito muchas veces en mis clases son mis reglas y si, todavía tengo miedos, que se aburran, que no les guste o desistan porque la maestra es mala, porque siento que igual hay conexión profesor-alumno.
EMI: Gracias por contarnos sobre ese proceso. ¿Cuál ha sido el mayor reto al que te has enfrentado en tu trabajo? No solamente en la parte de maestra sino también como artista.
SOFÍA: Crear por moda porque es fácil que le guste a las personas y se venda. Hubo un tiempo en el que fue mucho intentar con esto o lo otro porque se está vendiendo mucho y yo empecé con réplicas de artistas de hace años, ejemplo Monét, Van Gogh, y obviamente es algo que conocen las personas y compran y ese miedo llega, de “si ahora empiezo a hacer algo mío, mi creación, que no sea de otro artista”. Ello fue quitarme que alguien no quiera comprar algo hecho por mí, adquirirlo. Y es igual un proceso de encontrar a las personas a las que les gusta tu trabajo, a las que genuinamente digan “esto lo hizo Sofía entonces sí lo voy a comprar, lo hizo ella”. Siento que fue eso, saber que lo que yo hago también está bien y puede ser del gusto de las personas, y aunque no sea del gusto de las personas es difícil pero es como de a mi me gusta, me hace feliz.
EMI: Es hermoso ver como tu confianza va creciendo. Ahora quiero preguntarte: ¿Cómo es ser artista en 2024?
SOFÍA: Cada época haces cosas de acuerdo a lo que está pasando. Ejemplo, tengo la duda de si es bueno comparar ilustración o llamarle a la ilustración obra de arte, siento que ahorita la ilustración es algo que te ayuda a dar opiniones gráficas y que a veces pegan demasiado y son sencillas unas incluso aparentemente sin técnica, por así decirlo. Tengo gustos igual y yo me puedo quedar con mi opinión si ese trabajo está bien o no sabe dibujar o esas cosas. A lo mejor si alguien va empezando y está pidiendo opiniones y en un ataque de tantos comentarios en redes sociales muchas personas dijeron más cosas malas que buenas, influye cómo te vas a sentir como artista y si quieres continuar o no con eso no definitivamente.
Creo que las cosas cambian y al igual nos vamos haciendo más abiertos. Influye la edad, no la generación al menos, he visto como más adultos se fijan más con esas cosas que los jóvenes adultos porque ellos están en otro contexto entendieron esto es arte esto está bien esto está bonito, esto no y no se han abierto a la posibilidad que hay más allá de lo que en su tiempo era bueno. Diría que sí es difícil pero igual creo que hay que dejarse ser, como artistas. Algo que nos distingue es que siempre buscamos cómo salirnos del molde, entonces, si a ti te gusta hacer algo súper estético, súper trabajado con líneas perfectas, porque tú estudiaste perspectiva, está bien, pero que también eso no te haga sentir que eres más que el otro artista que está haciendo todo lo contrario.
EMI: Somos artistas pero también somos humanos y como cualquier otro humano no tiene por qué gustarnos todo el arte por el simple hecho de ser arte, ni mucho menos tenemos que comprender todo el arte al final de cuentas; eso mantiene nutrida la conversación en cuanto a nuestra percepción del arte.
Ahora, ¿Cómo es crear o emprender tu marca propia?
SOFÍA: Creo que para una persona introvertida es el doble de difícil. Se parece mucho a los artistas cuando empiezan con un proyecto, tienes que aprender de muchas cosas, igual el lado de relacionarme con las personas me costó demasiado y es importante que no dejes que te traten mal, poner tus límites, respetar el valor de tu trabajo. Una de las personas que más me ayudó en esa parte fue mi hermana, me ayudó a establecer precios desde un inicio y respetarlo.
El camino te empieza a mostrar que tienes que averiguar cosas, aprender más, que no lo tenías todo solucionado y que también no es algo que crezca de un día para otro. Tengo la suerte de que mi mamá me apoya, es la persona que en ningún momento ha dudado de mí, eso ha sido importante para mí para seguir en este punto, para no haber desistido entre todo eso. Últimamente me he dado cuenta que si yo solita me dejo en un lugar estoy como de alguna forma condenándome a estar ahí y no avanzar.
EMI: Es valioso lo que nos dices al final, mantenernos activas y avanzando para no estancarnos. Para terminar, me gustaría que nos compartieras un consejo para nuestra comunidad.
SOFÍA: Si tú empiezas con algo, ejemplo emprender, no vas a ver resultados rápidamente. Depende de cada artista, depende de lo que haga, pero siento que siempre llegas a las personas correctas sin tener la necesidad de fingir o intentar ser otra persona. Creo que mantenerte fiel a ti está bien y que siempre van a haber cambios conforme tú vayas creciendo, conforme vayas adoptando otras ideas y eso se va a ver reflejado igual en tu trabajo. Y está bien que si algo no te gusta no tienes por qué seguir haciéndolo, también tus decisiones no tienen que ser estrictas y no tienen que ser como a los demás les parecería.
EMI: Muchas gracias por tu tiempo Sofía y por estos consejos para tenerlos en cuenta, aplicarlos y recordarlos.
SOFÍA: Agradezco de todo corazón que haya un espacio donde podamos ser reconocidas, es como un hogar.